Artículo actualizado el 29 de abril de 2020

En ocasiones se escucha decir que el trabajo de administración y contabilidad es un trabajo no productivo. De hecho, es un debate que se ha producido entre diferentes autores; sin embargo, hay que apuntar que las pérdidas que puede ocasionar a una empresa una deficiente administración y una contabilidad que no refleje la imagen fiel e induzca a errores a la dirección, pueden acabar llevándola a la quiebra, por lo que el trabajo contable puede ser uno de los más productivos.

La contabilidad, lejos de verse como una obligación mercantil, debe utilizarse como fuente de información para el control interno de la empresa. Para ello, es fundamental que las personas que realizan los apuntes contables tengan por lo menos una mínima formación contable, ya que otro problema bastante extendido es poner a realizar apuntes contables a personas con una deficiente o escasa formación contable, sin la supervisión necesaria.

Lamentablemente, el problema de la falta de diligencia en la operativa contable se traslada en ocasiones a determinadas asesorías de empresas que, para ofrecer precios muy competitivos, descuidan la integridad de la información contable de sus clientes.

Por todo lo anterior, quien tiene un buen contable o una buena asesoría atesora un importante activo, siendo un factor determinante para el éxito de cualquier empresa la buena relación entre el propietario del negocio y su contable o asesoría, ya que esta unión permitirá que los flujos de información circulen en ambos sentidos, teniendo el responsable del negocio en todo momento información fiel y útil para la toma de decisiones.

¿Por qué el contable de tu empresa puede ser una pieza clave?

Hay varias razones por las que debes considerar al contable como una pieza clave dentro de la empresa:

Si la información vinculada a la contabilidad no refleja la imagen fiel de la empresa, las entidades financieras pueden detectarlo al analizar las cuentas de Pérdidas y Ganancias, los Balances de Situación, la CIRBE y los diferentes modelos impositivos que suelen solicitar. Si detectan que la información contable que se les suministra es inconsistente, tiene errores o, lo que es peor, detectan que ha sido manipulada, a buen seguro que la empresa tendrá cerradas las líneas de crédito de cualquier entidad bancaria.

  1. La información contable que se registra día a día se traslada a las cuentas anuales de la empresa, que son depositadas en el registro mercantil, a las cuales tiene acceso cualquiera que quiera consultarlas, pero especialmente las empresas de rating, cuyos informes son utilizados no solo por entidades financieras, sino también por proveedores y acreedores a la hora de dar crédito a las empresas.
  2. Un buen trabajo contable y administrativo traslada confianza a los proveedores y clientes de la empresa, que ven los primeros como esta cumple con sus compromisos de pago en tiempo y forma, y los segundos como sus facturas están libres de errores y les son remitidas con celeridad, sin producirse errores en la gestión de los cobros.
  3. Una buena contabilidad detecta facturas no contabilizadas, lo que evita perder la deducción del IVA soportado y la deducción del gasto.
  4. El contable de una empresa tiene una visión global del negocio, por lo que puede detectar problemas de liquidez y de rentabilidad.
  5. Una buena contabilidad evita tener contingencias fiscales con la Agencia Tributaria, ya que si esta detecta errores que se trasladan a los modelos impositivos, o incoherencias entre unos y otros, a buen seguro que requerirá a la empresa para que aporte documentación.
  6. Además, es frecuente que el contable sea un punto de apoyo fundamental en muchas empresas, ejerciendo de consultor, resolviendo todo tipo de problemas que puedan surgir en la operativa diaria y gestionando diferentes tipos de papeleos frente a diferentes administraciones.


Lotisse. Departamento de Contabilidad