5 Claves para mejorar la eficiencia energética en las comunidades de vecinos
Artículo actualizado el 4 de mayo de 2020
Reducir el gasto energético en las comunidades de vecinos suele ser una preocupación habitual. En la actualidad existen muchas medidas que permiten economizar los gastos derivados del consumo eléctrico de una manera efectiva y tangible. Entre los más destacados podemos señalar las siguientes 5 claves.
1. La auditoría energética
Se trata del primer paso clave a la hora optimizar nuestro consumo eléctrico. Por medio de una auditoría energética podremos evaluar los distintos consumos e identificar todos aquellos puntos que pueden ser modificados para ser más eficientes. Estudios como los realizados por el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid, estiman que una comunidad puede llegar a ahorrar hasta un 20% del consumo energético anual a través de la optimización energética de elementos como la iluminación, la calefacción o el uso de ascensores.
Las empresas dedicadas al ámbito de servicios energéticos son las encargadas de realizar el estudio de los contratos con las comunidades y proponer soluciones de mejoras concretas.
2. La iluminación
La iluminación juega un papel crucial y sobre el que día a día vamos tomando una mayor conciencia. En el ámbito de las comunidades de vecino esto supone dotar al edificio de un sistema global de iluminación más eficiente. Algunos ejemplos claros se pueden traducir en la instalación sistemas de detección de personas, así como el uso de temporizadores acordes con cada necesidad lumínica, o la programación del encendido/apagado de luces por zonas y épocas del año.
La tecnología LED representa otro paso adelante en el ámbito del ahorro, llegando a ser conveniente la sustitución de los sistema de alumbrado por este tipo de iluminación que resulta más eficiente, duradera y económica.
3. El ascensor
Los mecanismos de maniobra selectiva son otro gran aliado respecto a la reducción del consumo eléctrico en aquellos edificios en los que existe más de un ascensor. Gracias a la dotación de estos mecanismos, sólo el ascensor que se encuentre más próximo al piso requerido se activará.
Para aquellas comunidades que disponen de un solo ascensor, los sistemas de detección de personas para el encendido de luz son otra medida a tener en cuenta.
4. Aislamiento
Se trata de una característica que las construcciones más actuales incorporan, pero que hasta las últimas décadas no era tenida en cuenta con la importancia real que merece. Así las cosas, los edificios con una cierta historia no cuentan con medidas de aislamiento efectivas, pudiendo derrochar energía en los meses de mayor necesidad de la misma.
De hecho, se estima que el 50% de los edificios de nuestro país se construyeron antes de que entrara en vigor la normatia que regula el aislamiento térmico en las construcciones de 1979. Esto se traduce en que casi el 70% de las viviendas pueden tener un consumo eléctrico calificable como alto o muy alto según la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes.
5. Concienciación como base del ahorro
La eficiencia energética es ya una realidad cuya implantación en las comunidades tiene un impacto real y medible. La mayor parte de las comunidades se plantean cambiar elementos como la iluminación o instalaciones térmicas cuando han tocado a su fin en la vida útil o porque presentan un problema severo.
Sin embargo, con una concienciación óptima es posible realizar un proceso de modernización progresivo, viéndose a medio y largo plazo una compensación económica. El ahorro que se produce por medio de estas inversiones en eficiencia energética, no sólo redunda en la comodidad de los vecinos, así como en la reducción de las emisiones, sino que sobre todo compensa desde un punto de vista económico.