El control de calidad y los repasos de obra entregada
Artículo actualizado el 1 de January de 2020
A la hora de optimizar los precios de construcción, a menudo el promotor evita solicitar controles externos de calidad, porque suponen un coste añadido. Muchas aseguradoras no exigen la presencia en la obra de un OCT (Organismo de Control Técnico) para suscribir el seguro decenal. Promotoras y constructoras suelen confiar en sus procedimientos internos.
El seguro decenal, que la Ley de Ordenación de la Edificación instauró como obligatorio desde mayo de 2000, no está pensado para las terminaciones y acabados, sino para elementos importantes de la obra: cimentación, los soportes, las vigas, los forjados, los muros de carga u otros elementos estructurales, y que comprometan directamente la resistencia mecánica y estabilidad del edificio…
Consecuentemente, las terminaciones mal ejecutadas correrán de cuenta del promotor. Podemos pensar que serán poca cosa, pero en cualquier edificación nos pueden reclamar muchos repasos, que al final nos harán perder tiempo y dinero:
– Puertas de habitaciones y entrada principal
– Puertas de armarios
– Tarima flotante
– Parquet
– paredes y techos
– Pintura
– Escayolas
– Azulejos
– Ventanas
– Cristales
– Persianas
– Rejas
– Mobiliario de cocina y electrodomésticos
– Grifería
– Saneamientos
– Interruptores y enchufes
Estos son los elementos que con más frecuencia adolecen de ejecución defectuosa. De algunos de ellos podemos pedir garantía al instalador o proveedor, pero de otros, no. Además, solo el proceso de recepción de la reclamación, inspección y valoración, reclamación al proveedor, etc. supone un coste administrativo importante, especialmente para el mediano y pequeño promotor. A ello se suma el coste de la propia reparación o reposición. Y en el peor de los casos, reclamaciones judiciales en las que casi siempre llevaremos las de perder.
Por estas razones, es conveniente siempre contratar los servicios de un Organismo de Control Técnico o, cuando menos, una empresa o profesional de la inspección, que, durante la ejecución, mantendrá permanentemente vigilados estos elementos de terminación. Y no solo éstos, sino la adecuación a la normativa, en constante cambio, relativa a ascensores, instalaciones eléctricas, telecomunicaciones, puertas de garaje, y un largo etcétera de instalaciones y servicios comunes. Una vez entregada la obra, nos ahorrará tiempo y dinero. En conclusión, la prevención compensa.
Lotisse. Área de mantenimiento