¿Merece la pena mantener abierta una sociedad inactiva?

Artículo actualizado el 4 de août de 2023

Cuando una determinada sociedad deja de realizar su actividad económica tiene distintas posibilidades; bien se puede liquidarse, o bien se puede dejar como una sociedad inactiva. En este artículo analizamos los pros y contras, así como todo lo que debería de tenerse en cuenta.

Existen muchas sociedades que permanecen en un estado de inactividad, debido a que se piensa que la disolución de la misma tiene un alto coste. Esto explica, en parte, el alto número de empresas en este estado que existen en nuestro país, salvo en el caso de que se plantee en un futuro retomar la actividad. Así, entre otros beneficios, se evita también la repetición de los gastos de constitución.

¿Qué gastos acarrea el tener una sociedad inactiva?

Lo primero que debe de tenerse en cuenta es que, aunque una sociedad esté inactiva, conlleva unos gastos así como una serie de gestiones y obligaciones. Independientemente del tiempo que una sociedad esté inactiva, se deberán de hacer frente a todas las obligaciones contables, mercantiles y fiscales. En caso de no hacerlo podremos incurrir en sanciones.


¿Qué tramites se deben realizar?

A la hora de dejar una sociedad como inactiva se debe presentar una declaración censal de modificación, en la que se especifique que se dejan de ejercer las actividades empresariales y/o profesionales, en los modelos 036 y 037.

Esta acción no tiene coste para las sociedades y los especialistas de Lotisse le informar con detalle sobre el proceso completo. A diferencia que en el caso de disolución de una sociedad, se trata de un proceso más sencillo y rápido, sin tener que comunicar dicha disolución a Hacienda ni realizar escritura de disolución.

Obligaciones a tener en cuenta

Se trata de un punto muy importante, ya que aunque la sociedad no genere actividad, sí debe estar al corriente de sus obligaciones.

Así las cosas, debe de presentarse el Impuesto de Sociedades. Insistimos, una vez más, en el hecho de que aunque no genere resultados, el balance de empresa debe recogerse con sus pérdidas y ganancias. En caso de no hacerlo podríamos hacer frente a una sanción por parte de Hacienda.

Así mismo, se deben presentar las cuentas anuales en el Registro Mercantil, aunque no resulte necesario las declaraciones trimestrales del IVA; porque, de hecho, desde el momento de paso a la inactividad, la empresa no podrá emitir facturas.

En conclusión

Mantener abierta una sociedad inactiva puede merecer la pena pensado en retomar la actividad en un corto o medio plazo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, pese a que genera costes (notaría, registro, etcétera), puede ser más rentable la liquidación y disolución, que mantener en este estado pasivo una sociedad.

En cualquier caso, los asesores fiscales de Lotisse podrán informarle con detalle de la mejor opción para su caso concreto y plantearle las alternativas que más le convengan.

Lotisse

Patricia Penella

Área fiscal-contable